A no ser que haya contraindicación médica puedes practicar Pilates durante el embarazo. Si lo practicabas antes no habrá mayor problema que avisar a tu instructor de tu embarazo para que adapte tus ejercicios.
Aunque muchos ejercicios de Pilates pueden recordarnos a ciertas asanas de Yoga, no es Yoga, ya que el Pilates no tiene ninguna relación con la meditación ni la espiritualidad, mientras que el Yoga sí.
La respuesta es no. Para ser monitor de Pilates debe haberse recibido una formación específica, sólo de esta forma pueden explicarse correctamente los ejercicios para que sean realizados con seguridad y eficacia.
En principio no. Realmente es un tipo de entrenamiento destinado a tonificar y fortalecer a la vez que mejora la elasticidad y la postura. Sin embargo, es cierto que las clases pueden resultar relajantes y ayudar tanto a eliminar el estrés, como a olvidar las preocupaciones del día a día.
Tres veces a la semana sería un número de clases óptimo para darle fluidez a tu proceso, siempre y cuando hablemos de una persona sana. Dependiendo del objetivo del plan de trabajo y/ o las características del alumno, se podrían tomar clases a diario. Nuestro lema es: cuanto más te mueves más fluyes.
Sí, la falta de flexibilidad es causada en la mayoría de los casos por el desarrollo desproporcionado de la musculatura funcional. Los modelos que la sociedad hoy propone como fuertes, sanos y guapos es justo el mejor ejemplo de la desproporción muscular, que acorta la musculatura por desarrollar exceso de volumen, reduce la movilidad en la articulaciones y por consecuencia se pierde la flexibilidad.